jueves, 26 de junio de 2025

HANNIBAL LECTER, EL SILENCIO DE LOS INOCENTES Y EL CANIBALISMO REFINADO

 

HANNIBAL LECTER, EL SILENCIO DE LOS INOCENTES Y EL CANIBALISMO REFINADO

De Paseo por la Historia. Con una mirada breve a los eventos y personajes que impactaron al país y al mundo.

Evaristo Regalado, 25 de junio de 2025

La película El silencio de los inocentes, dirigida por Jonathan Demme, se estrenó en el año 1991. No solo se convirtió en una obra maestra del suspenso y del terror psicológico, sino que su personaje principal, el doctor Hannibal Lecter, también se instaló en el imaginario colectivo como uno de los villanos más perturbadores y sofisticados del cine. 

El filme está basado en la novela “The Silence of the lambs” (1988), traducida indistintamente como “El silencio de los corderos” o “El silencio de los inocentes”, del escritor estadounidense Thomas Harris, y cuenta cómo una joven cadete del FBI, Clarice Starling, debe entrevistarse con el Dr. Lecter, un psiquiatra forense brillante, hecho preso por una serie de asesinatos y actos de canibalismo. El propósito de las entrevistas era que el siquiatra la ayudase a descifrar la mente y entender la conducta de otro criminal en serie conocido como “Buffalo Bill”, para atraparlo y tratar de salvar personas. 

El verdadero centro de la trama no es tanto la persecución del asesino suelto, el tal Buffalo Bill, sino el duelo psicológico que se produce entre la futura agente Starling y el monstruo bien educado, de inteligencia excepcional, erudito, fino y bien vestido que era el Dr. Lecter, quien no tiene ni siquiera que moverse de su celda para infundir terror con sus armas más portentosas y peligrosas: la palabra, la mirada y el conocimiento. 

A lo largo de la película se revelan detalles macabros del pasado del Dr. Hannibal Lecter, como el hecho de que asesinó al menos a nueve personas antes de que fuera apresado, algunas de sus víctimas eran sus propias pacientes o mujeres desafortunadas que se cruzaran en su camino. En varias ocasiones el doctor Lecter se alimentó de partes de los cadáveres, ejerciendo el canibalismo, pero no como un típico salvaje, sino como un sibarita gourmet, elegante, de buenas formas, pero igualmente frío y desalmado. Él mismo lo dice con una frase que hasta parafraseada hiela la sangre:

Probé su hígado acompañado de habas y una copa de buen vino.

El doctor Lecter no se detiene ni siquiera en prisión, porque aún dentro de la cárcel induce a otro preso al suicidio con solo dirigirle unas cuantas palabras. Luego asesinó brutalmente a dos guardias durante su traslado a otro recinto, mutiló a uno y utilizó la piel de su rostro como disfraz para escapar, con una proeza macabra. Todo esto ocurre sin que el asesino siquiera levantara la voz, Lecter jamás gritaba, jamás corría. Él representa el horror elegante, la maldad bien pensada y ejecutada.

El silencio de los inocentes ganó cinco premios Óscar, incluyendo Mejor Película, Dirección, Actor (Anthony Hopkins) y Actriz (Jodie Foster). Este pietaje desnuda el mal, pero no esperen ver en ella la imagen de un monstruo grotesco, o la imagen típica de un asesino serial, sino la de un hombre culto con una mente brillante y pulida.

Lecter y la realidad

Pero lo más inquietante de esta historia es que el Hannibal Lecter representado en el libro y en la película no es un simple personaje de ficción, o un relato de terror parido desde cero desde la creatividad del autor, sino que esa persona existe en el mundo real y su nombre es Robert Maudsley un múltiple asesino que nació un día como hoy, 26 de junio pero de 1953, en el Reino Unido y que cambió la historia penitenciaria de su país para siempre. Fue condenado al aislamiento perpetuo en una celda de cristal construida exclusivamente para él. 

La infancia de Maudsley fue miserable, fue abandonado por sus padres y criado en un orfanato, víctima de años de abusos físicos y sexuales por parte de su propio padre, quien lo aislaba del mundo exterior encerrándolo en una habitación durante semanas enteras, a la que entraba solo a golpearlo. En la adolescencia cayó en las drogas. Intentó quitarse la vida varias veces y decía que escuchaba voces que le ordenaban matar. A los 21 años, cometió su primer asesinato: mató a un pedófilo que le mostró fotos de niños abusados. Fue declarado mentalmente inestable y confinado en Broadmoor, un hospital psiquiátrico de alta seguridad, donde volvió a matar.

En 1978, ya en la prisión de Wakefield, conocida como “la mansión de los monstruos”, asesinó con extrema violencia a dos internos condenados por delitos sexuales. A uno lo apuñaló más de 90 veces; al otro, le introdujo una cuchara por la oreja y extrajo parte de su cerebro. De ahí nació su apodo en los tabloides: “Hannibal el Caníbal”.

El sistema penitenciario británico, incapaz de controlar su conducta homicida, construyó una celda especial exclusivamente para él: una cámara subterránea de acero y cristal, donde ha permanecido desde 1983 hasta este día en aislamiento total. Con vigilancia constante, sin contacto humano directo y condiciones extremadamente limitadas, Maudsley se convirtió en el preso más aislado y vigilado del Reino Unido. Dentro de la jaula, el preso cultivó el gusto por la música clásica, la literatura, la poesía y el arte. El coeficiente intelectual de este hombre está por encima del promedio. Justamente esos rasgos: el refinamiento, la inteligencia, la brutalidad y el encierro extremo, fueron utilizados por los creadores de El silencio de los inocentes para dar vida a Hannibal Lecter.

Trajimos este paseo por la vida de un monstruo porque este es uno de esos casos en los que la realidad parece superar la ficción y la historia no debe permanecer indiferente. Hasta la próxima, cuando los personajes y la historia nos convoquen de nuevo. Si te gustó, comparte. 

#Depaseoporlahistoria #26Jun #Hannibal