miércoles, 4 de agosto de 2010

Así están los caminos por Cotuí

A raíz de la traída del Autoclave de la Barrick, esta empresa se vio en la necesidad de reforzar los puentes de la vía que conduce a Cotuí. En todos los puentes (excepto en uno) se ven estas planchas de ¿acero? pintadas de rojo... y guardias apertrechados como si fueran para una guerra, apostados a los lados, además de vehículos y agentes de la Amet.










El coro Nuestra Señora del Pilar vistiendo sus nuevos uniformes

Estas caras sonrientes son una parte del equipo que conforma el Coro Nuestra Señora del Pilar, de la parroquia del mismo nombre en el municipio de Cevicos y que tan magistralmente dirije y entrena la profesora María María, una vocalista popular, finalista y ganadora de varios festivales locales.

La otra cara sonriente, la de la foto de más abajo, es el buen samaritano donador de los uniformes, nuestro amigo José Ruddy, de la empresa Uniformes Monegro, con su humildad característica.





El pedacito maldito (precaución, imágenes un poco fuertes)

El pasado Sábado 25 perdió la vida en un accidente de motocicleta nuestro amigo Juan Martínez (Juan El Sago) y otro motociclista, el otro involucrado en la colisión fatal (fue frontal).  Tal como lo expresa Laly en su portal cevicosonline, el tramo carretero Cevicos-Cotuí "se ha convertido en un cementerio para motoristas y transeuntes".

Da la casualidad de que el accidente de Juan ocurrió exactamente en el mismo lugar en donde se accidentaron y murieron, hará ya cerca de dos años, nuestros compueblanos Angel (el de Celia) y José, precisamente en un choque de motocicleta. Ese lugar parece estar "azarao", dirían muchos.

En la foto de más abajo nos acercábamos al lugar de los accidentes. Es justamente en donde hay un proyecto de árboles de Acacia, en la comunidad del Guanábano.


En la foto de arriba se puede apreciar una típica cruz en el lugar del accidente de José y Angel; y en la de más abajo, casi frente a frente y justo por donde va el motorista de la foto fue donde ocurrió el accidente de Juan. Todavía podían apreciarse vestigios de la tierra utilizada para ocultar la sangre.

Cotuí Fm y Alfredo Gómez reportaron en esa oportunidad el accidente y colgaron algunas fotos de los muertos (son un poquito fuertes, los rostros de Juan y del otro muerto se ven desfigurados).

La letrina

La realidad no siempre resulta agradable a la vista.

Aunque no se vea tan estética, esta es una típica letrina de campo. Muchos de los que viven en una de las dos Repúblicas Dom. que existen (en la más encumbrada y lujosa, en donde no hay ninguna carencia) probablemente ni siquiera se hayan dado por enterados de que existen estos "dispositivos" tan rudimentarios para satisfacer las necesidades fisiológicas básicas del ser humano, aquellas que no pueden ser delegadas.  

Sin embargo, todos los del otro lado , los de "la otra" República Dominicana, sabemos a ciencia cierta que son una realidad latente, insoslayable, aún en el pleno auge de las tecnologías de la información y la comunicación. y de los mega-proyectos. 

Peor aún, no sólo se erigen en la discreción y el anonimato de uno que otro patio campesino, sino que muchos hogares de zonas emprobrecidas (paupérrimas, diría yo) ni siquiera tienen acceso a este tipo de facilidad. 

Si usted no me cree, dése una vueltecita por el lado sur del país o por algunas localidades recónditas del norte y lo comprobará.


Lo tradicional vs. lo moderno

En nuestros campos tradicionalmente se utilizaban las sillas de guano. Eran muy duraderas y confiables. Tenía yo mucho tiempo que no veía un ejemplar de estos, una silla de guano y me encontré con una en mi última visita a la patria chica. Quise contrastarla con las modernas hechas de plástico que abarrotan todos los rincones de la república, poniéndolas una al lado de la otra. ¿Cuál durará más?.