domingo, 5 de junio de 2011

DEL CAMPO SOY…Y…


Debajo de un framboyán aprovechando su sombra, sentando en una silla de palo, con los pies descalzo y de la cintura para arriba desnudo, me ponía a pensar bien lejos en mi futuro. Que podría ser yo mañana que no fuese un carbonero, andar arreando unos bueyes o un sembrador de hijuelos, en mi pueblo.

Viviendo en una casa de tabla, cobijada de yagua, con el piso de tierra y bebiendo de tinaja; lavando mí ropa en ríos se me iban las esperanzas de ser alguien algún día y así fue pasando el tiempo, en mi pueblo.


Solo tengo dos jigüera, un macuto sin su soga y un sombrero hecho de cana, una batea de madera una plancha de carbón y un colchón lleno de lana.

Hoy en día no tengo nada, vivo en la pobreza extrema, pero mi felicidad de haber nacido en el campo yo no la cambio por nada.