Sobre por quién votar

Por Laura Castellanos

El espectro de candidatos en estas elecciones va de lo sublime a lo grotesco. Probablemente la mayoría está más cerca de lo segundo. Y entre candidatos que van y vienen con discursos enlatados y fotos retocadas, muchos todavía se ven tentados a acoger la propuesta de votar por “ninguno”. A días de las elecciones, cabe una reflexión: la solución no es votar por ninguno. Es votar por alguno. La pregunta sería cuál...

Vota por aquel o aquella que creas que está en capacidad de llenar el rol que implica la posición. La función principal de senadores, diputados, alcaldes y demás no es hacer trabajo social. Deben legislar, supervisar, exigir rendición de cuentas, administrar y procurar participación. Deben estar en la capacidad de sostener diálogos, defender propuestas, buscar consensos, establecer alianzas e identificar oportunidades. No son muchos, pero los hay.

Vota por aquel o aquella que tenga una trayectoria de moral, ética y valores. En un país en el que sobran negligentes y corruptos, busca a aquellos que mantienen en alto los principios de justicia, equidad y probidad. Identifica a los que tienen honradez probada y voluntad real de trabajo.

Vota por aquel o aquella que realmente pueda representar tus intereses e inquietudes. Debe identificar lo que tú necesitas, lo que su comunidad demanda y lo que el país exige; tener la sensibilidad de ver y la responsabilidad de actuar. Tiene que sobrepasar los intereses particulares, incluso los propios, para actuar en defensa del interés de la nación. Debe tener la valentía de defender esos derechos por los que nadie aboga pero que a todos conciernen. Estos son los más difíciles de encontrar.

¿Es mucho pedir? No. Esto es lo mínimo que merece tu voto y tu país. Tenemos la obligación de ver más allá de la bandera, del afiche y de la propaganda. Ejerce tu voto, pero sin temor a exigir: vota por alguno o alguna, pero no por cualquiera.

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