La prepotencia y el abuso manifiestos en su máxima expresión

El Domingo, cuando me dirigía hacia la Capital, me encontré en La Cueva con un burro "atravezao" en el medio de la vía, a bordo de una jeepeta sin placa y con propaganda del candidato a diputado Alejandro Jerez. Este señor estaba "medio a medio" a la calle con su yipetón sin placa, como andan los delincuentes y sicarios, aparcado, "todo el", como si Jerez o el PLD le hubieran comprado ese pedazo de calle para él y los tripulantes del vehículo.

Ese señor (no lo voy a llamar animal, para no ofender a esos nobles seres, que no se comportan de esa forma tan poco civilizada) duró diez minutos (cronometrados por mi) en el medio de la calle sin ni siquiera inmutarse, mientras un señor que venía en otro vehículo en dirección hacia Cevicos y yo le tocábamos bocina para que "por favor" nos reconociera nuestro derecho a circular.  Si en ese momento alguien hubiese llevado a una persona enferma, o con otro tipo de emergencia en donde el tiempo siempre juega en contra, la persona se muere, ténganlo por seguro, porque no había forma de que este "todopoderoso" se quitara del medio.

Van a ver un pequeño video que le hice, más abajo. Desafortunadamente no pude grabar desde el principio porque en medio de la impotencia se me olvidó que traía mi cámara conmigo y sólo pude filmar por un corto espacio de tiempo.

Ese es el tipo de actitud prepotente que caracteriza a muchos peledeístas, lamentablemente, la cual no disimulan ni siquiera porque andan en la calle tratando de convencer adeptos para su causa en la campaña. Estos "jefes" infringen las leyes de manera descarada y flagrante, andar como si fueran delincuentes en un vehículo sin chapa (placa) porque ellos están por encima de esas "nimiedades" que llaman leyes y convenciones sociales a las que sí estamos sujetos los demás "insignificantes" miembros de esta sociedad, como usted o como yo. Para colmo, ante la insistencia de las bocinas, en una ocasión se desmontó uno de los gorilas que tripulaban el vehículo con una pistola en la mano, y luego metiéndola a su bolsillo, para que se la vieran y así amedrentar y poner en evidencia el "poder" de fuego que poseía, para que "no jodiéramos".

Saque usted sus conclusiones.